Es necesario en primer lugar, establecer un
paralelismo entre los factores que integran un código de ética, y su relación con el rol del docente
dentro y fuera de la escuela, además de elaborar una interpretación del modelo
educativo Bolivariano, que permita el fortalecimiento y la emisión de juicios sobre,
como de se ben afrontar situaciones en la vida de cada uno de nosotros como
docentes.
Para
dar respuesta a esto es necesario centrar al docente inmerso en una realidad
social, en donde la escuela es percibida no solo como un ente que imparte
conocimientos, sino como un factor determinante en la transformación del nuevo
republicano como lo define la nueva visión de la educación bolivariana, La
escuela junto con el docente, los alumnos y la comunidad, entran a formar parte
de un todo, con una sola necesidad, la cual es formar a un individuo capaz de
transformar su realidad social, pero esto no será posible si el firme propósito
de empezar a cambiar la visión del docente desde una perspectiva social e
integradora.
De
esta forma los códigos de ética, adquieren un sentido social, transformador e
impulsador de valores que promuevan, tanto con los conocimientos científicos,
los valores y las respuestas ante diversas situaciones que se presentan en el
día a día de la vida de cada uno de nosotros, y esto se materializa y se hace
visible en los Proyectos Integrales P.A en los Proyectos Comunitarios PEIC y en
todas las demás acciones que emprenda la institución para lograr la formación
de individuos.
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